Selección de un fragmento de la novela, por Paco Mendoza, responsable del Plan Lector y Biblioteca
"Pasados unos minutos, oí un silbido agudo. Sentí que el frío me subía de los pies a la cabeza. Evidentemente, desde el interior del barco y mediante una válvula, se había dejado entrar agua del exterior que nos invadía y que pronto llenó el camarote. Entonces se abrió una segunda puerta situada en el costado del Nautilus. Nos iluminó una leve claridad y, un instante después, nuestros pies pisaban el fondo del mar. ¿Cómo describir las impresiones que me dejó aquel paseo bajo las aguas? Las palabras no alcanzan a contar tales maravillas. Cuando incluso el pincel es incapaz de reflejar los efectos particulares del agua, ¿cómo reproducirlos con la pluma? El capitán marchaba por delante y su compañero nos seguía unos pasos por detrás. Conseil y yo nos manteníamos uno junto al otro, como si nos hubiese sido posible intercambiar algunas palabras a través de nuestros caparazones metálicos. Yo no sentía el peso del traje, de las botas, de mi depósito de aire ni el del grueso casco, en el ...