"El cuaderno de bitácora del comandante La Pèrouse"

Este trimestre continuamos con nuestra lectura de la obra de Verne y llegamos a un capítulo sobrecogedor: "Vanikoro". En él se nos pone en conocimiento del terrible naufragio que sufrió por esas costas un capitán francés, La Pèrouse, que había sido enviado allá por Luis XVI. Aunque Aronnax había escuchado la historia, es Nemo quién le cuenta lo que sucedió realmente, pues milagrosamente ha encontrado su bitácora:
"El comandante La Pèrouse partió el siete de diciembre de mil setecientos ochenta y cinco con sus navío Boussole y Astrolabe. Fondeó, primero, en Botany Bay, visitó el archipiélago de los Amigos y Nueva Caledonia, se dirigió a Santa Cruz e hizo estada en Namuka, una de las islas del grupo Hopai. Luego, sus navíos llegaron a los arrecifes desconocidos de Vanikoro. El Boussole, que iba delante, embarrancó en la costa meridional. El Astrolabe acudió en su ayuda y embarrancó también. El primer navío quedó destrozado casi inmediatamente; pero el segundo, varado bajo el viento, resistió algunos días. Los indígenas acogieron bien a los náufragos, quienes se instalaron en la isla y construyeron  una embarcación más pequeña con los restos de las dos grandes. Algunos marineros se quedaron voluntariamente en Vanikoro. Los otros, debilitados y enfermos, partieron con La Pèrouse. Se dirigieron hacia las islas Salomón y perecieron, cuerpos y bienes, en la costa occidental de la isla principal del grupo, entre los cabos Decepción y Satisfacción."
Tras leer este capítulo se le pidió a los alumnos una actividad, más que de creación literaria, de recreación literaria. El objetivo era que se pusieran en el papel difícil de ese comandante La Pèrouse en sus últimos días y que redactaran las postreras entradas diarias de ese cuaderno de bitácora que el capitán Nemo enseña a Aronnax. En cada entrada, como si de un auténtico capitán de navío se tratara, habría que dar coordenadas, fecha, estado de la mar, así como aquellas reflexiones que se juzgaran convenientes sobre los hechos de cada día y los sentimientos, cada vez más lúgubres, del comandante del Astrolabe.
Esta actividad conlleva el trabajo de varias destrezas. En primer lugar, la comprensión lectora; para que el alumno pudiera interiorizar mejor los hechos que sucedieron a La Pèrouse, no bastó con la habitual lectura en voz alta del capítulo, sino que se les ofreció una copia de dichas páginas para que pudieran releerlo en casa. Solo con una adecuada comprensión de lo leído, el alumno puede pasar al siguiente nivel: esbozar un diario de a bordo y, a continuación, pasar a recrear los acontecimientos y emociones de aquel viaje. Llegamos, por tanto, al trabajo de la expresión escrita: en un mínimo de cuatrocientas palabras -que en la mayoría de los casos, voluntariamente, ha rondado las mil- los alumnos han redactado, en primera persona y trabajando los tiempos de presente -teniendo que transformar los pretéritos que usa Nemo para relatar el naufragio- el imaginario cuaderno de bitácora. Al tratarse de un texto extenso, han trabajado en profundidad el uso de signos de puntuación, en particular el del punto y aparte que acompaña a toda estructuración en párrafos.
En el siguiente enlace se puede acceder a un par de cuadernos de bitácoras de dos alumnas de 3ºE:
https://padlet.com/cerrodelvientobilingual/99mqubt5ww6k
Patricia Lobato.

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